Cochabamba, la cuarta ciudad más grande de Bolivia con unos 600 mil habitantes, atraviesa una grave crisis de residuos sólidos. Desde hace más de diez días, una protesta vecinal bloquea el acceso al vertedero de K’ara K’ara, el principal centro de disposición de basura de la ciudad. La situación ha dejado toneladas de desechos sin recoger, acumulándose en las calles y afectando directamente a la salud pública.
Las autoridades sanitarias ya están dando la voz de alarma. En la última semana, los casos de enfermedades diarreicas aumentaron un 7%, mientras que los de hepatitis A se dispararon un 55%, cifras que los especialistas relacionan directamente con la falta de recolección de residuos. El riesgo de una emergencia sanitaria está cada vez más latente.
El conflicto tiene su raíz en un acuerdo no cumplido. Los vecinos de K’ara K’ara, zona ubicada a 10 kilómetros del centro urbano, exigen el cierre del botadero, que consideran una fuente de contaminación constante. En septiembre, llegaron a un compromiso con la alcaldía para clausurarlo en un plazo de seis meses. Ese plazo ya se venció, y la promesa sigue sin cumplirse.
La situación es crítica. La ciudad genera entre 600 y 800 toneladas de basura al día, y el vertedero se ha convertido en una montaña de residuos con riesgo de colapso, amenazando con contaminar ríos cercanos. Según el gobierno municipal, ya hay al menos 7 mil toneladas de basura acumuladas en distintos puntos de Cochabamba.