El Tribunal Constitucional de Corea del Sur ha confirmado por unanimidad la destitución del presidente Yoon Suk Yeol, tras su intento fallido de imponer la ley marcial en diciembre de 2024.

Esta decisión, adoptada por los ocho jueces del máximo tribunal, implica la celebración de elecciones presidenciales anticipadas en un plazo máximo de 60 días. ​

Aunque solo duró unas horas, el envío del ejército a la Asamblea Nacional de Corea del Sur la noche del 3 al 4 de diciembre, desestabilizó profundamente el orden civil, afectando tanto la política como la economía de este aliado estratégico de Estados Unidos.

Yoon Suk Yeol, exfiscal estrella de Corea del Sur, fue suspendido de su cargo tras una moción de destitución del parlamento. Posteriormente, fue detenido y pasó casi dos meses en prisión, enfrentando acusaciones de insurrección.

En una contundente intervención de 23 minutos, Moon afirmó que las acciones de Yoon habían quebrantado los principios esenciales del Estado de derecho y de la democracia, poniendo en riesgo las bases del gobierno en Corea del Sur.

Moon declaró que los actos inconstitucionales e ilegales de Yoon han traicionado la confianza del pueblo y representan una violación grave de la ley, una situación que no puede ser tolerada si se busca proteger la Constitución.

El ex presidente Yoon Suk Yeol enfrenta ahora un proceso penal por «insurrección», un delito grave en Corea del Sur que podría acarrear penas severas, incluyendo cadena perpetua o incluso la pena de muerte.