En el juicio en curso por la muerte de Diego Armando Maradona, sus hermanas Ana Estela y Rita Mabel han declarado que el exfutbolista de forma frecuente se resistía a recibir atención médica.

Durante las audiencias, señalaron que las hijas de Maradona, Dalma y Gianinna, tomaron decisiones sobre su recuperación postoperatoria, optando por una internación domiciliaria en lugar de un centro médico.

Ana Estela afirmó que, tras la operación por un hematoma subdural, Maradona fue trasladado a una casa en las afueras de Buenos Aires, donde falleció el 25 de noviembre de 2020.

Sin embargo, Claudia Nora Maradona, otra de las hermanas de Diego, quien fue la primera en declarar en el juicio, aseguró que la decisión de tratar a futbolista en su domicilio fue tomada de forma «conjunta» y destacó al neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los acusados en el caso, como «el médico de confianza» de su hermano.

 

Estas declaraciones forman parte del proceso judicial que investiga las circunstancias de su muerte y la responsabilidad de los profesionales de la salud involucrados.