En un golpe considerado “histórico” contra el robo de combustible, las autoridades mexicanas incautaron 10 millones de litros de diésel en Tamaulipas, además de armas de fuego y cartuchos de distintos calibres. El hallazgo se realizó en una empresa de fletes tras la intercepción de un buque que transportaba aditivos para aceites lubricantes.
El robo de hidrocarburos, conocido como «huachicoleo», se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos del crimen organizado en México, afectando gravemente a la empresa estatal Pemex. Según estimaciones, esta práctica ha generado pérdidas de miles de millones de pesos debido a la extracción clandestina en ductos que atraviesan varias entidades del país.
Las autoridades señalaron que este operativo fue resultado de una investigación de inteligencia con el objetivo de desmantelar redes de tráfico ilegal de combustibles. Hasta el momento, no se han dado a conocer detenciones relacionadas con el decomiso, pero se espera que la investigación continúe para identificar a los responsables de esta operación ilícita.
Este golpe refleja los esfuerzos coordinados de las autoridades mexicanas para combatir el tráfico ilegal de hidrocarburos, una actividad que ha causado pérdidas significativas a la economía nacional y ha financiado operaciones del crimen organizado.
