El 25 de marzo, la Corte Suprema de Brasil decidirá si inicia un juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro por presunto intento de golpe de Estado.
La fiscalía lo acusa de haber liderado un complot para evitar la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, contra quien perdió en las elecciones de 2022. Sin embargo, la audiencia no será para determinar su culpabilidad, sino si existen pruebas suficientes para abrir un proceso penal en su contra.
Bolsonaro se enfrenta a graves acusaciones, como «golpe de Estado» y «organización criminal armada», que podrían resultar en una condena de hasta 40 años de prisión. A pesar de la seriedad de los cargos, el exmandatario se ha proclamado inocente y considera que es objeto de una persecución política.
Actualmente inhabilitado hasta 2030, lucha por recuperar su capacidad para postularse nuevamente a la presidencia en 2026. En un intento por mantener su influencia, Bolsonaro ha convocado a una manifestación en Copacabana, Río de Janeiro, para exigir la amnistía de los detenidos tras el asalto a las sedes gubernamentales en Brasilia en enero de 2023.
