El conflicto territorial entre Venezuela y Guyana ha sumado un nuevo capítulo. Nicolás Maduro instó a su homólogo guyanés, Irfaan Ali, a reunirse para discutir la soberanía del Esequibo, mientras lo calificaba como el «Zelenski del Caribe». Esta declaración llega en un momento de creciente tensión, luego de que Georgetown denunciara la incursión de un buque militar venezolano en aguas que considera propias.

«El Zelenski en Caribe tiene un plan guerrerista y pasará a la historia manchado de sangre si se atreve a actuar contra Venezuela. Él pasará con sus manos manchadas de sangre contra el pueblo de Venezuela, contra los pueblos del Caribe, el Zelenski del Caribe, el señor Irfaan presidente de Guyana, él sabe que lo que estoy diciendo es verdad» Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.

La disputa por el Esequibo, un territorio de 160.000 km² rico en recursos naturales, ha estado latente por más de un siglo. Sin embargo, la controversia se intensificó en 2015 tras el hallazgo de petróleo por parte de ExxonMobil. Guyana defiende su derecho sobre la región con base en un laudo arbitral de 1889 y ha recurrido a la Corte Internacional de Justicia para su ratificación.

Venezuela, por su parte, rechaza la autoridad de la CIJ en este caso y se apoya en el Acuerdo de Ginebra de 1966, que anuló el laudo previo y estableció el camino para una solución negociada. En respuesta a las acciones de Caracas, el gobierno guyanés solicitó medidas de protección ante el tribunal internacional tras el llamado venezolano a celebrar elecciones en el Esequibo.


Este cruce de declaraciones y acciones diplomáticas refleja la fragilidad de la situación. Mientras Guyana apuesta por la vía judicial, Venezuela insiste en la negociación directa.