El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implementó este martes, aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, y aumentó del 10% al 20% los aranceles a productos de China.
Estas medidas, justificadas por Trump como respuesta al tráfico de drogas y la inmigración ilegal, han generado un aumento en las tensiones comerciales, afectando a diversos sectores económicos.
El mandatario había advertido que a falta de un acuerdo, las tarifas aduaneras del 25% a las exportaciones de bienes de sus vecinos, salvo los productos energéticos canadienses gravados a una tasa inferior, se aplicarían este 4 de marzo.
Aunque México y Canadá, socios de Estados Unidos, prometieron cumplir con las exigencias de Trump en la lucha contra la migración ilegal y el tráfico de drogas, para el mandatario no fue suficiente y no perdonó.
Ante la medida estadounidense, los gobiernos de México y Canadá reaccionaron de inmediato, la presidenta Claudia Sheiunbaum dijo que alistan medidas “arancelarias y no arancelarias”, como represalia a Trump, las cuales serán anunciadas el domingo en la plaza pública mexicana del Zócalo.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau anunció la imposición de aranceles del 25% sobre una amplia gama de productos estadounidenses, incluyendo acero, aluminio, productos agrícolas y bienes de consumo.
Por su parte, Pekín también respondió de inmediato y anunció que aplicará aranceles adicionales del 10% y 15% a diversas importaciones de alimentos de Estados Unidos, como la soja, el trigo y el pollo.
Se espera que las negociaciones entre Estados Unidos, México, Canadá y China se intensifiquen en los próximos días para intentar mitigar el impacto de estas medidas y buscar soluciones diplomáticas que eviten una escalada mayor en la guerra comercial.