El 24 de febrero de 2022, Rusia inició una invasión a Ucrania, marcando el comienzo de un conflicto devastador que ha dejado más de 14,000 muertos, incluidos 599 niños, y más de 28,000 heridos. Millones de ucranianos han sido desplazados debido a los intensos combates.
Hasta el momento, a pesar de la superioridad militar de Rusia, Ucrania ha logrado frenar en ciertas locaciones el avance de las tropas rusas, y ha perdido algunas otras de ellas, pero sigue resistiendo gracias al apoyo militar y económico de la Unión Europea, Estados Unidos, y países aliados.
La invasión fue presentada por el presidente ruso Vladimir Putin como una «operación especial» para desmilitarizar Ucrania y proteger a los civiles en Donbás, pero las tensiones y la violencia se intensificaron rápidamente. En respuesta, la comunidad internacional ha respondido con sanciones contra Rusia y ayuda continuamente a Ucrania, con diversos financiamientos, el más reciente fue el de la Unión Europea que aprobó en 2024 un paquete de ayuda financiera de 50,000 millones de euros.
En medio del conflicto, las acciones del nuevo presidente de EE. UU., Donald Trump, han añadido complejidad a la situación. Trump, al tomar posesión en 2025, ha mantenido conversaciones con Putin y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, presionando para poner fin a la guerra sin la intervención de la UE, mientras la lucha en el terreno sigue siendo intensa.
En medio de los tres años de la invasión rusa, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió este lunes una «paz real y duradera» este año, en presencia de varios dirigentes extranjeros aliados que viajaron a Kiev para reafirmar su apoyo a Ucrania.