Las nuevas políticas migratorias implementadas por el presidente Donald Trump han generado un drástico descenso en los cruces fronterizos irregulares. Autoridades estadounidenses han reportado una reducción significativa en los intentos de ingreso ilegal al país.

Las medidas migratorias implementadas por la administración de Donald Trump han provocado una caída del 85% en los cruces irregulares en la frontera sur de Estados Unidos en los primeros 11 días de su nuevo mandato, según reportó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Esta reducción se atribuye al fin de la política de «atrapar y liberar», así como a la aceleración en la deportación de inmigrantes detenidos.

Desde la implementación de restricciones al asilo en junio de 2024 bajo la administración de Joe Biden, los cruces ilegales ya venían en descenso. Sin embargo, la reciente política de Trump ha llevado la cifra de inadmisibles en los puntos de entrada de la frontera suroeste a disminuir en un 93% en los primeros días de su gestión, en comparación con el mismo período del año anterior.

Además, el Gobierno de Trump eliminó la aplicación CBP One, utilizada para programar citas de ingreso en la frontera, y suspendió los permisos humanitarios para migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Con este cambio, se retomó un sistema de revisión caso por caso, reduciendo significativamente la cantidad de personas con posibilidades de obtener asilo.

Tom Homan, zar de la frontera, destacó que en las últimas 24 horas la Patrulla Fronteriza solo detectó 229 intentos de cruce en la frontera suroeste, un número considerablemente bajo en comparación con los 11,000 diarios registrados durante la administración de Biden. Según Homan, este es el nivel más bajo de cruces fronterizos desde 1980.

Con estas medidas, el presidente Trump reafirma su compromiso con la seguridad fronteriza, señalando que su gobierno continuará endureciendo las políticas migratorias para evitar el ingreso irregular de personas al país.