Al menos 2,500 reclusos escaparon de una prisión en la ciudad de Bukavu, en el este de la República Democrática del Congo, que también fue saqueada luego de haber sido tomada por el grupo rebelde M23 este fin de semana.

La cárcel central se ubica en el barrio Ibanda, que fue incendiada por la noche, provocando la fuga.

El alcalde de la comunidad de Kadutu, Jean Pierre Mizinzi, expresó, «Es realmente triste ver que todos los grandes comercios que hay aquí en Kadutu han sido saqueados por los rebeldes, pero también por la población de la comuna mientras que la situación es realmente grave».

Las autoridades informaron que los mercados y la oficina administrativa de la comunidad fueron incendiados y saqueados por la población. Algunos comercios también fueron incendiados.

Mazinzi agregó que fue «la fuga la que provocó actos de saqueo amplificados».

Las autoridades administrativas informaron que la ciudad se encuentra ahora relativamente tranquila, pero se escuchan «disparos esporadicos».

La ofensiva del M23, formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, ha incrementado la tensión con Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.

Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, un grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración corroborada también por la ONU.