Una propuesta del gobierno panameño de reformar el sistema público de pensiones provocó fuertes disturbios en la ciudad de Panamá el miércoles, donde al menos 15 agentes policiales resultaron heridos y unos 500 manifestantes fueron detenidos.
Los agentes antimotines se enfrentaron a decenas de manifestantes convocados por el sindicato de la construcción Suntracs, quienes lanzaron piedras y bloquearon el tráfico en la Avenida Balboa, una de las principales vías de la capital.
La protesta fue disuelta por las fuerzas de seguridad con gas lacrimógeno.
Ante el hecho, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó la conducta de los manifestantes, a quienes calificó como «terroristas», y expresó su deseo de que «todo el peso de la ley» recaiga sobre ellos.
Los panameños se oponen al proyecto que discute la Asamblea de diputados para que la edad de jubilación sea elevada tres años más, en un intento de recuperar el sistema público de pensiones que está en peligro de quiebra.
De aprobarse la reforma, la edad de jubilación se incrementaría a 60 años para las mujeres y 65 para los hombres, estableciendo además, la elevación en un 3% la cuota mensual que los empresarios aportan al sistema de pensiones, así como un aporte anual del Estado de casi 1,200 millones de dólares.
Los expertos alertan que en 2025 la Caja del Seguro Social de Panamá enfrentará un déficit superior a los mil millones de dólares, que podrían duplicarse para el año 2030.