La Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió una alerta el martes sobre el estado de salud del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien se encuentra en la prisión de La Roca, Guayaquil, por un caso de corrupción.

Glas fue detenido por la Policía ecuatoriana en abril de 2024 en la Embajada de México en Quito, tras haber recibido asilo político.

La CIDH visitó al exfuncionario en el centro de detención en octubre de 2024, por invitación de Ecuador, pudo evaluar la situación de riesgo de Glas desde su detención, señalando que su salud mental se encuentra en un estado de “gran gravedad”, a pesar de los cuidados médicos que le brinda el Estado.

 

La comisión considera que tanto sus condiciones de detención como los actos de violencia que se han presentado en el centro penitenciario en el que está recluido, impactan en el deterioro de su salud mental e integridad física, por eso piden que se tome en cuenta el derecho a la salud del exvicepresidente y se someta a las evaluaciones médicas hospitalarias y los tratamientos médicos adecuados.

El ente internacional ha optado por ampliar las medidas cautelares «con el fin de garantizar el derecho a la salud de Glas, tanto física como mental».

Además, ha solicitado que se mejoren las condiciones de reclusión de G

 

las, «asegurando que, además de cumplir con los estándares interamericanos, los tratamientos médicos para su salud física y mental sean apropiados».

Por su parte, el gobierno de México comunicó que ha «tomado nota» de la resolución de la organización, «con la cual da seguimiento y amplía las medidas cautelares emitidas en 2019 a favor de Glas, para salvaguardar su vida e integridad personal».

Asimismo reiteró su llamado «para que se garantice la vida, integridad personal y los derechos fundamentales de Glas, mientras se le concede el salvoconducto que permita al Estado mexicano ofrecerle la protección internacional que le corresponde según el Derecho Internacional».