Por primera vez en casi tres décadas, Estados Unidos descertificó a Colombia en la lucha contra el narcotráfico, una decisión que significa que Washington considera que el país no ha cumplido con sus obligaciones en la reducción de cultivos de coca y combate al tráfico de drogas. No obstante, el presidente Donald Trump otorgó un “waiver” una exención especial que permite mantener la ayuda militar y económica, que asciende a unos 450 millones de dólares.
La descertificación es un mecanismo previsto en la legislación estadounidense que evalúa anualmente a los países en su cooperación antidrogas. Si un país es descertificado sin exención, se suspenden automáticamente la mayoría de las ayudas y apoyos internacionales, afectando inversión, turismo y crédito. En este caso, la exención mantiene el apoyo pero coloca a Colombia en un período de prueba hasta el próximo año.
Washington argumentó que bajo el gobierno de Gustavo Petro los cultivos de coca y la producción de cocaína alcanzaron niveles históricos, mientras que la erradicación forzada fue la más baja en años. Trump atribuyó el incumplimiento directamente al liderazgo político colombiano, aunque elogió el trabajo de alcaldes y fuerzas de seguridad locales.
El presidente Petro rechazó la medida, asegurando que Colombia “no acepta chantajes” y que su gobierno mantendrá el enfoque soberano en política de drogas. Para recuperar la certificación plena, EE. UU. exige un plan más agresivo de erradicación y judicialización de líderes criminales, condiciones que podrían chocar con la estrategia de “paz total” de la administración Petro.
Expertos advierten que el tema podría convertirse en un eje de la campaña presidencial de 2026 y que, de no cumplirse las metas impuestas, Trump podría revocar el “waiver”, con consecuencias económicas y diplomáticas. Empresarios y gremios han pedido al gobierno actuar con rapidez para evitar mayores sanciones y garantizar la estabilidad de la relación bilateral.