Un barco de la Flotilla Global Sumud, que transportaba a la activista Greta Thunberg, fue alcanzado por un ataque aéreo mientras navegaba frente a la costa de Túnez. El «Family Boat», con bandera portuguesa, sufrió un incendio tras ser impactado por lo que se sospecha fue un dron. La tripulación logró sofocar las llamas sin que se registraran víctimas.
El viaje es parte de una misión humanitaria destinada a entregar ayuda a Gaza y desafiar el bloqueo israelí. La Flotilla, compuesta por más de 50 barcos de activistas y voluntarios de al menos 44 países, zarpó desde Barcelona a principios de septiembre. Durante su travesía, los participantes han denunciado la presencia de drones de vigilancia sobre sus embarcaciones y han expresado temores de posibles ataques. El gobierno de Israel ha advertido que tratará a los miembros de la Flotilla como «terroristas» y podría someterlos a detención prolongada en lugar de deportarlos, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
La Unión Europea ha expresado su desaprobación hacia tales flotillas, citando preocupaciones de que podrían escalar las tensiones y poner en peligro a los participantes. La portavoz de la UE, Eva Hrncirova, enfatizó que el método preferido para proporcionar ayuda humanitaria es a través de organizaciones asociadas ya activas en el terreno, en coordinación con las autoridades israelíes.
Este ataque se suma a una serie de incidentes similares en los que anteriores flotillas han sido interceptadas o atacadas por fuerzas israelíes, generando un creciente debate sobre la legitimidad y los métodos de las misiones humanitarias hacia Gaza.