El máximo tribunal, de mayoría conservadora, levantó la suspensión dictada por cortes inferiores que habían considerado inconstitucionales las detenciones basadas en criterios como la apariencia, el idioma o el lugar de trabajo. Con una votación de 6-3, el juez Brett Kavanaugh defendió la medida al argumentar que limitar las facultades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, “enfriaría los esfuerzos legítimos de aplicación de la ley”.

Kavanaugh subrayó que el sur de California es una de las zonas con mayor número de inmigrantes sin papeles, donde se calcula que alrededor del 10% de la población vive sin autorización.

En contraste, la jueza Sonia Sotomayor advirtió, junto a los otros dos magistrados progresistas, que el fallo abre la puerta a “detenciones indiscriminadas” sustentadas en perfil racial o lingüístico.

Aunque el caso seguirá en tribunales de apelación en California, la decisión supone una victoria temporal para la Casa Blanca y habilita a las autoridades a intensificar operativos contra personas sospechosas de estar en el país sin autorización.