Europa dio este viernes un paso clave en la carrera tecnológica al inaugurar en Alemania a “Júpiter”, su primer superordenador de exaescala, capaz de realizar al menos 1 exaflop, que significa un trillón de operaciones por segundo, en el Centro de Supercomputación de Jülich, en el oeste del país.
Estados Unidos ya dispone de tres equipos de estas características, operados por su Departamento de Energía. La Unión Europea financió la mitad de los 500 millones de euros destinados al proyecto, mientras que Alemania aportó el resto.
El sistema fue desarrollado por un consorcio integrado por la francesa Eviden, filial de Atos, y la alemana ParTec, aunque depende de chips de la firma estadounidense Nvidia, lo que mantiene vínculos tecnológicos con Washington.
El poder de Jupiter estará a disposición de investigadores de diversos campos y de empresas que busquen entrenar modelos de inteligencia artificial, un ámbito en el que Europa intenta acortar distancia frente a sus principales rivales.