En un despliegue diplomático de alto perfil en Tianjin, China, el presidente ruso Vladimir Putin llegó el domingo al país anfitrión para participar en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO). El mandatario fue recibido con honores en la alfombra roja, en un claro gesto de respaldo por parte de Pekín, su principal socio comercial y político. Este encuentro, que congrega a Rusia, India y otros socios regionales, representa una oportunidad para subrayar su alianza frente a Occidente.

El evento, que se desarrolla del 31 de agosto al 1 de septiembre, reúne a unos veinte líderes y marca el mayor cónclave en la historia de la SCO. La cita amplía su agenda más allá de la seguridad y el combate al terrorismo, con temas que incluyen la cooperación económica, conectividad regional y hasta la estrategia de desarrollo hasta 2035. India, representada por el primer ministro Narendra Modi, asiste pese a tensiones previas con China relacionadas con disputas fronterizas y recientes aranceles negociados por Washington.

Para China, la cumbre es una plataforma estratégica para promover el orden multipolar y reforzar su liderazgo global junto a Rusia.