La Administración para el Control de Drogas, DEA, informó que 19 personas fueron acusadas por contrabando de fentanilo, metanfetaminas, cocaína y heroína desde México hacia el estado de Washington, EE. UU.

La investigación, que comenzó hace dos años con operaciones encubiertas en Tacoma, permitió seguir el rastro del tráfico ilícito a través de California y Arizona hasta identificar a dos presuntos líderes, Rosario Abel “Joaquín” Camargo Bañuelos, de 31 años, y su hermano Francisco “Fernando” Camargo Bañuelos, de 24, quienes, según la agencia, operaban desde Sinaloa.

“Las 269 libras de píldoras y polvo de fentanilo incautadas en este caso podrían producir la asombrosa cantidad de 6.9 millones de dosis letales”, advirtió David Reames, agente especial a cargo de la Oficina de Campo de Seattle de la DEA.

De acuerdo con la DEA, la organización criminal estaría vinculada al Cártel de Sinaloa, considerado un sindicato transnacional del crimen y designado actualmente como organización terrorista extranjera.

La red distribuía drogas en diversas ciudades, desde Whidbey Island y Arlington en el norte, hasta Tacoma y el área de Lacey en el sur. “Desde su base en Sinaloa, estos dos hombres dirigieron este grupo que traficó muerte y desesperación en nuestra comunidad”, añadió Reames.

Por su parte, la fiscal federal interina para el Distrito Oeste de Washington, Teal Miller, señaló que “algunos de estos envíos eran tan grandes que fueron traídos por semirremolques”, lo que evidencia la magnitud de la operación desarticulada.