Estados Unidos ha desplegado una nueva fuerza naval en el sur del mar Caribe como parte de una ofensiva liderada por el presidente Donald Trump para combatir el narcotráfico proveniente de América Latina.
Según medios locales, esta operación incluye buques de guerra, submarinos y miles de efectivos militares y se enfoca en rutas marítimas utilizadas por organizaciones criminales, especialmente cerca de Venezuela.
Fuentes cercanas a la operación señalaron que el USS Lake Erie, un crucero con misiles guiados, y el USS Newport News, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, tienen previsto llegar a la región a inicios de la próxima semana.
Este despliegue se suma al envío, la semana pasada, de un grupo anfibio compuesto por los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale. Estas naves transportan aproximadamente 4,500 efectivos, incluidos unos 2,200 infantes de marina, y ya deberían estar operando en las proximidades del territorio venezolano.
Aunque no se especificaron sus misiones concretas, el énfasis continúa puesto en desarticular redes delictivas transnacionales vinculadas al narcotráfico.
Desde la Casa Blanca, la portavoz presidencial Karoline Leavitt subrayó el objetivo del gobierno, “El presidente Trump está preparado para frenar el narcotráfico y llevar a los responsables ante la Justicia”. En sus declaraciones, también arremetió contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien calificó como jefe de un “cartel del narcotráfico”, en referencia a su presunto liderazgo en el llamado Cartel de los Soles.
Como parte de esta misma estrategia, Washington designó en febrero al Cártel de Sinaloa, al grupo criminal venezolano Tren de Aragua y a otras organizaciones como “entidades terroristas globales».