La Organización de las Naciones Unidas declaró este viernes el estado oficial de hambruna en la Franja de Gaza, una crisis humanitaia que afecta a unas 500,000 personas, principalmente en la gobernación de Gaza, una zona que representa cerca del 20% del territorio palestino e incluye la ciudad de Gaza.

La evaluación fue realizada por la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria, IPC, un organismo especializado con sede en Roma que monitorea el nivel de inseguridad alimentaria en zonas de conflicto.

Según los criterios técnicos del IPC, una hambruna se declara cuando se cumplen tres condiciones graves, al menos una de cada cinco familias sufre una escasez extrema de alimentos , uno de cada tres niños menores de cinco años presenta desnutrición aguda y al menos dos personas por cada 10,000 mueren de hambre cada día.

Estas condiciones ya se han alcanzado en partes de Gaza, en medio de un deterioro constante por la guerra.

Pocos minutos después del anuncio, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó la situación y, a través de su portavoz, denunció que “usar el hambre como herramienta de guerra es un crimen de guerra”.

La crisis humanitaria se ha intensificado a raíz del conflicto entre Israel y Hamás, iniciado en octubre de 2023 tras un ataque del grupo islamista que dejó 1,219 muertos en Israel, en su mayoría civiles. En respuesta, la ofensiva israelí ha causado alrededor de 62,200 muertos en Gaza, también mayoritariamente civiles, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, que la ONU considera creíbles.

Desde marzo, Israel, que controla todos los pasos fronterizos hacia la Franja de Gaza, impuso un bloqueo total a la entrada de ayuda humanitaria, lo que agravó aún más la situación.