La jueza federal del Distrito Sur de Florida, Kathleen Williams, ordenó el desmantelamiento del centro de detención de migrantes apodado “Alligator Alcatraz”, ubicado en un antiguo aeropuerto dentro de la zona protegida de los Everglades.

La decisión, emitida el jueves, otorga un plazo de 60 días para cerrar el lugar y prohíbe el ingreso de nuevos detenidos, así como cualquier ampliación o modificación de la infraestructura existente.

El fallo responde a una demanda presentada por grupos ambientalistas quienes exigían el cierre total del sitio debido al impacto ambiental sobre el ecosistema de los Everglades, hogar de al menos 36 especies en peligro, como panteras, cocodrilos, cigüeñas y caimanes.

La orden judicial impide además instalar nuevas estructuras, excavar, cercar o realizar obras adicionales en el centro, que fue inaugurado en julio tras una visita del presidente Donald Trump.

También prohíbe incorporar a cualquier persona nueva al sitio, aunque permite realizar reparaciones menores en las instalaciones actuales.

La instalación, que fue promovida por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, tenía una capacidad inicial para 2,000 personas, con planes de expansión hasta 4,000. Sin embargo, en las últimas semanas su población ha disminuido drásticamente.

Como respuesta al fallo, el gobierno de Florida anunció este viernes que presentará una apelación para intentar revertir la orden que obliga a cerrar el centro de detención, señalando que la decisión “obstaculiza los esfuerzos del estado por hacer cumplir las leyes migratorias”.

A pesar de la resolución judicial, el estado advirtió que las deportaciones seguirán su curso y confirmó que el centro continuará funcionando hasta que expire el plazo establecido.