Una ballena apareció en las orillas de las playas de Tijuana, México, cerca de la estación de salvavidas número 14, en la sección conocida como Jardines.
El avistamiento atrajo la atención de vecinos y visitantes de la zona.
Ante la presencia del mamífero, autoridades exhortaron a la ciudadanía a no acercarse debido a los riesgos que representa, ya que el cuerpo podría sufrir una explosión natural por acumulación de gases, además de la posibilidad de transmitir infecciones.
Las autoridades ambientales llegaron al lugar para realizar las inspecciones correspondientes, determinar los protocolos ambientales para retirar el cuerpo del animal y enterrarlo. Previo a eso, los inspectores determinaron que el cuerpo no presentaba lesiones ni indicios de actividades humanas que pudieran haber provocado la muerte.