Egipto ha comenzado a mostrar una desaceleración en el crecimiento de su población. Según el ministro de Salud y Población, Khaled Abdelgafar, el promedio diario de nacimientos bajó de 5,385 a 5,165, y el país llegó a los 108 millones de habitantes, un millón más que en noviembre de 2024.
El descenso se relaciona con los programas de planificación familiar y educación sanitaria, que han logrado reducir la tasa de fecundidad de 3,5 a 2,4 hijos por mujer en los últimos años.
Aun así, las regiones del sur mantienen tasas más altas, mientras que las ciudades costeras presentan los números más bajos.
El aumento de la población sigue generando presión sobre la vivienda, el empleo y los servicios básicos. Las autoridades advierten que, si no se implementan medidas efectivas, Egipto podría superar los 192 millones de habitantes para 2052, lo que duplicaría los gastos del Estado en infraestructura y desarrollo.
Para controlar la natalidad, el Gobierno ofrece anticonceptivos gratuitos o con descuento y brinda incentivos económicos a las familias con dos hijos o menos. Además, trabaja con organismos estatales y organizaciones civiles para mejorar la educación y la salud, buscando garantizar un desarrollo sostenible en el futuro.