Este domingo, Bolivia vive una jornada electoral histórica con más de 7,9 millones de ciudadanos habilitados para elegir a su nuevo presidente, vicepresidente, 36 senadores, 130 diputados y nueve representantes supraestatales, según informó el Tribunal Supremo Electoral,TSE.

Además, 369,931 bolivianos residentes en el exterior, principalmente en Argentina, España, Brasil, Chile y EE. UU., participan en los comicios.

El TSE habilitó para estas elecciones a nueve partidos y alianzas políticas, Autonomía Para Bolivia-Súmate; Alianza Libertad y Progreso; Alianza Popular; Alianza Libre; Alianza Unidad; Movimiento de Renovación Nacional; Partido Demócrata Cristiano; Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, MAS-IPSP y Alianza Fuerza del Pueblo.

“No hay que dejar de ser un país democrático”, exhortó el presidente Luis Arce, quien instó a la población a sufragar “activamente” por su opción favorita. “Vamos a acatar lo que el pueblo boliviano decida”, afirmó a medios locales.

La jornada electoral está siendo monitoreada por 87 observadores de 19 países, como parte de 19 misiones nacionales e internacionales que vigilan lo que el TSE considera unos de los comicios más controlados de la historia reciente.

Los resultados preliminares se difundirán a través del sistema Sirepre del Órgano Electoral Plurinacional, OEP, con datos no vinculantes que servirán como anticipo del cómputo oficial.

La jornada también ha estado marcada por incidentes, como la explosión de un artefacto en un centro de votación de la comunidad Kutimarca, en el municipio de Arque, Cochabamba, justo en la mesa donde el candidato Andrónico Rodríguez tenía previsto sufragar. Afortunadamente, no se reportaron víctimas, pero el hecho generó alarma entre los votantes de la zona.

Con esta elección, Bolivia busca renovar su Asamblea Legislativa Plurinacional y consolidar el proceso democrático en un país que en los últimos años ha vivido fuertes tensiones políticas.