Un sacerdote de Alabama, el padre Robert Sullivan, se encuentra actualmente ausente de sus responsabilidades parroquiales tras recibir acusaciones de que mantuvo una relación sexual con Heather Jones, quien tenía 17 años cuando comenzaron los hechos en 2009, y habría recibido apoyo económico a cambio de “compañía privada” durante más de una década. La iglesia ha abierto una investigación canónica y ha remitido el caso al Vaticano, mientras Jones ha presentado correos, acuerdos de confidencialidad y registros financieros que respaldan sus denuncias.

Jones aseguró que inicialmente aceptó el acuerdo por su situación personal y vulnerabilidad, y que Sullivan llegó incluso a costearle rehabilitación, teléfonos y enviarle sumas de dinero, incluidos traslados bancarios y pagos vía Venmo, por valores que suman cientos de miles de dólares. Aunque las autoridades estatales evaluaron que el caso no cumplía con los requisitos para una investigación penal, la diócesis de Birmingham continúa con su proceso interno y ha brindado apoyo psicológico a la denunciante.

El padre Sullivan, con más de 30 años en el sacerdocio y antecedentes en cargos educativos de la diócesis, permanece apartado de sus funciones, mientras la comunidad aguarda el resultado del proceso eclesiástico. La presunción de inocencia se mantiene activa conforme se desarrollan las indagaciones tanto dentro de la diócesis como en el Vaticano.