Póker de expresidentes encarcelados. Los últimos 4 exmandatarios de Perú se encuentran en prisión bajo distintas acusaciones ya sea por condenas vigentes y otros a espera que se ventilen las acusaciones en su contra por casos de presunta corrupción.
El último en ingresar al club fue Martín Vizcarra, quien gobernó el país suramericano entre 2018 y 2020. Los otros son: Alejandro Toledo, presidente entre 2001-2006; Ollanta Humala mandatario entre 2016-2021; y Pedro Castillo quien estuvo en el poder de 2021 a 2022. Eso no es todo, las cartas aún no revelan el destino de Pedro Pablo Kuczynski, quien fungio como jefe de Estado entre 2016 y 2018, y continúa bajo investigación sin poder salir de su país.
La Fiscalía pide contra Vizcarra una pena de 15 años de cárcel al haber recibido presuntamente 611.000 dólares en sobornos cuando era gobernador de la sureña región de Moquegua entre 2011 y 2014.
Alejandro Toledo fue condenado en primera instancia en octubre de 2024 a 20 años y 6 meses por colusión y lavado de activos, al comprobarse que recibió sobornos por un valor de 35 millones de dólares por parte de la constructora brasileña Odebrecht en la adjudicación de tramos varios de la Carretera Interoceánica.
Además, Toledo, de 79 años, enfrenta desde prisión un segundo juicio por lavado de activos donde la Fiscalía pide una pena de 16 años y 8 meses de cárcel, por supuestamente haber transferido parte de los sobornos de Odebrecht a la empresa Ecoteva, creada en Costa Rica por la suegra del exmandatario, Eva Fernenbug, para adquirir millonarias propiedades inmobiliarias en Perú.
Ollanta Humala fue condenado en abril de este año a una sentencia de primera instancia a 15 años de prisión por lavado de activos, al haber recibido aportaciones ilícitas del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y de Odebrecht para financiar sus campañas electorales de 2006 y 2011, respectivamente.
Pedro Castillo se encuentra en prisión preventiva desde finales de 2022, cuando el 7 de diciembre fue detenido minutos después de protagonizar un fallido intento de golpe de Estado al ver que el Congreso se aprestaba a tramitar su destitución presidencial al aparecer indicios de corrupción en su Gobierno.
Mientras tanto,Pedro Pablo Kuczynski, de 86 años, estuvo tres años en arresto domiciliario entre 2019 y 2022, y pese a que no tenía ningún impedimento judicial, en junio de este año no se le permitió abordar un avión a Estados Unidos al argumentar que viajaba por un tratamiento médico y para visitar a su esposa.
Desde que dejó el poder, Kuczynski ha sido imputado en varios casos, entre ellos presuntos sobornos de Odebrecht encubiertos en forma de consultorías y asesorías, así como por presunto lavado de activos, falsa declaración y fraude procesal, después de que cinco ciudadanos negaran, a fines de 2018, haber entregado aportes económicos a su campaña de 2016.