El gobierno de Estados Unidos ha acusado a varias universidades como Harvard, Columbia, la Universidad George Washington (GWU) y UCLA de mostrar “indiferencia deliberada” ante incidentes antisemitas que afectan a estudiantes y profesores judíos e israelíes. El Departamento de Justicia ha advertido que, si no se implementan correcciones inmediatas, la financiación federal de estas instituciones corre riesgo. En el caso de GWU, el gobierno exigió una respuesta antes del 22 de agosto y le ofreció la opción de acordar una solución voluntaria para remediar la situación.

En Columbia, tras meses de tensión por protestas pro-Palestina y denuncias de acoso a estudiantes judíos, la universidad alcanzó un acuerdo con el gobierno para recuperar 400 millones de dólares en fondos federales. Como parte del compromiso, aceptó implementar la definición oficial de antisemitismo (IHRA), colaborar con la ADL y sancionar a estudiantes implicados en protestas. Harvard, por su parte, enfrenta una investigación formal y se encuentra en tratativas para un acuerdo valorado en hasta 500 millones de dólares que liberaría fondos previamente congelados.

Washington ha inciaido una vigilancia federal sobre cómo las universidades abordan el antisemitismo en sus campus, especialmente en el contexto de protestas que generaron entornos hostiles hacia estudiantes judíos.