El Congreso de Colombia instaló este lunes en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional la cámara ardiente para despedir al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, fallecido tras más de dos meses de tratamiento médico por las heridas sufridas en un atentado en junio. La ceremonia reunió a familiares, dirigentes políticos y ciudadanos en un ambiente marcado por el duelo y la reflexión sobre la violencia que persiste en la vida pública del país.

El fallecimiento de Uribe Turbay, de 39 años llevó al Congreso a suspender su agenda legislativa hasta el 13 de agosto para concentrar las actividades en su despedida.

La esposa del senador, María Claudia Tarazona, agradeció al equipo médico y pidió rechazar la violencia, asegurando que el mejor homenaje a su memoria es mantener vivo su mensaje de paz y unidad.

Durante la jornada, figuras de todo el espectro político, incluidos los expresidentes Juan Manuel Santos y Julio César Turbay, coincidieron en la necesidad de frenar la estigmatización y promover un discurso que unifique al país. El exsenador Juan Manuel Galán subrayó que la “no repetición” debe ser la base de cualquier homenaje a Uribe Turbay.

La noticia ha tenido repercusión internacional. Líderes y gobiernos de América y Europa condenaron el atentado y exigieron justicia. Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio llamó a esclarecer el crimen, mientras que el diputado brasileño, Eduardo Bolsonaro y los lideres opositores venezolanos, Edmundo González Urrutia y Maria Corina Machado, se sumaron a las voces que alertaron sobre el avance de la violencia política en la región.

Se prevé que la cámara ardiente permanezca abierta al público este martes, antes del último homenaje solemne que tendrá lugar el miércoles en el Congreso, seguido del traslado de los restos a la Catedral Primada de Colombia para las exequias.