El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para prorrogar otros 90 días la entrada en vigor de los aranceles para China mientras siguen las negociaciones entre las dos superpotencias.

El republicano firmó el decreto apenas horas antes de que expirara la pausa en el conflicto comercial contra el gigante asiático.

La nueva prórroga arancelaria era el resultado esperado tras la última ronda de negociaciones entre Estados Unidos y China que se llevó a cabo en Estocolmo, Suecia a finales de julio.

“Ellos tienen aranceles tremendos que están pagando a los Estados Unidos de América, y veremos qué pasa. Han estado tratando bastante bien. La relación es muy buena entre el presidente Xi y yo”, dijo Trump en conferencia de prensa.

Como parte de la guerra comercial desatada por Trump, Estados Unidos llegó a imponer en abril pasado aranceles del 145% a los productos chinos, mientras que China elevó al 125% los suyos sobre las importaciones estadounidenses.

Después de una primera reunión en Ginebra y una llamada entre Trump y su homólogo, Xi Jinping, los negociadores de ambos bandos se citaron en Londres, donde China aprobó la exportación de tierras raras a Estados Unidos, que canceló por su parte “medidas restrictivas” sobre Pekín como los controles a la exportación de chips.

En los últimos días, el mandatario parecía buscar concesiones de último minuto. El domingo por la noche publicó un mensaje en su plataforma Truth Social en el que pedía a China “cuadruplicar sus compras de soja estadounidense”. Trump afirmó que esto “reduciría significativamente” el déficit comercial de Estados Unidos con China, gracias a un aumento de las importaciones chinas.

El país asiático defiende su derecho a mantener relaciones normales con el resto de sus socios comerciales y rechaza la presión de Trump, que el viernes mantendrá una histórica reunión con Putin en Alaska que determinaría el rompecabezas de disputas entre grandes potencias.