El sur de Francia enfrenta el peor incendio forestal de su historia reciente, con más de 17,000 hectáreas arrasadas desde que el fuego se desató el martes en una zona montañosa cercana a Narbona.

El siniestro sigue activo y está afectando al menos a quince municipios, ha causado la muerte de una mujer en Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse, quien se negó a evacuar, además de dejar 13 heridos, entre ellos 11 bomberos, algunos en estado grave. Varias personas siguen reportadas como desaparecidas.

Las llamas han destruido al menos 36 viviendas y arrasado extensas áreas de bosques y viñedos, fundamentales para la economía local.

Más de 2,000 bomberos trabajan sin descanso en la zona, apoyados por hidroaviones y aviones cisterna, en un operativo contrarreloj debido a la previsión de fuertes vientos de hasta 40 km/h y temperaturas que podrían alcanzar los 32 ºC.

El primer ministro francés, François Bayrou, calificó la emergencia como “una catástrofe de una magnitud sin precedentes” y señaló al cambio climático y la histórica sequía en el departamento de Aude como factores determinantes. El área ya estaba bajo restricciones de agua por la escasez hídrica.

La justicia francesa ha iniciado una investigación para esclarecer el origen del incendio, sin descartar que pudiera haberse iniciado cerca de una carretera.

Este megaincendio supera en superficie a los más de 9,000 siniestros registrados en Francia hasta julio, que en conjunto habían consumido unas 15,000 hectáreas, y se convierte en el peor desde 1949.