Unos 300 migrantes de distintas nacionalidades emprendieron el miércoles una caminata desde Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, rumbo a la Ciudad de México.
La movilización ocurre un día después de la detención de Luis García Villagrán, reconocido activista y organizador de caravanas migrantes, acusado por autoridades federales de presunto tráfico de personas.
El padre Heyman Vázquez, integrante de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia católica, criticó la captura del activista y afirmó que “se criminaliza a quienes defienden los derechos de los migrantes”.
Los manifestantes, en su mayoría provenientes de países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, aseguran estar varados por la lentitud en los procesos de regularización migratoria en México.
Señalan que la situación se ha agravado tras el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, lo que ha endurecido aún más las políticas fronterizas.
México continúa siendo un corredor clave para miles de personas que intentan llegar a Estados Unidos, un trayecto donde muchos enfrentan abusos, extorsiones y violencia, tanto por parte del crimen organizado como de algunas autoridades.