Un equipo de la Universidad de Mie en Japón ha logrado eliminar el cromosoma 21 extra característico del síndrome de Down en células humanas cultivadas, utilizando la herramienta de edición genética CRISPR-Cas9. El estudio, publicado en PNAS Nexus y liderado por Ryotaro Hashizume, alcanzó una efectividad del 30.6% en la supresión de la copia adicional, logrando que las células recuperaran patrones normales de funcionamiento.
El avance, considerado un paso clave en la comprensión molecular del síndrome de Down, abre la puerta al desarrollo de posibles terapias que podrían mitigar complicaciones como problemas cardíacos o dificultades cognitivas. Sin embargo, los investigadores subrayaron que la técnica solo se ha probado en células in vitro y que aún está lejos de aplicarse en embriones humanos o en tratamientos clínicos.
La noticia ha generado un fuerte debate en redes sociales y foros especializados. En plataformas como Reddit y X, algunos usuarios celebran la posibilidad de reducir el sufrimiento asociado a la condición, mientras otros alertan sobre el riesgo de caer en prácticas eugenésicas. Una encuesta informal citada por The New York Post refleja esta división: un 45% apoyaría intervenir genéticamente embriones para evitar el síndrome, frente a un 55% que lo considera discriminatorio.
Organizaciones como Down Syndrome International rechazaron cualquier interpretación que busque “erradicar” la condición, argumentando que tal enfoque fomenta prejuicios y atenta contra la diversidad humana. En paralelo, expertos en bioética como el Dr. Brian Skotko, de Harvard, insisten en que el estudio busca comprender y ayudar a las personas con Down, y no prevenir su existencia.