Treinta mil civiles nicaragüenses, encapuchados fueron juramentados como “policías voluntarios” por el presidente Daniel Ortega y su esposa la copresidenta Rosario Murillo.
Considerados por la oposición como paramilitares destinados a colaborar en tareas de represión política, los encapuchados, vestidos con camiseta blanca y pantalón negro, formaron filas al anochecer de este miércoles en la Plaza de la Fe en Managua y juraron con la mano en alto ante el mandatario.
La figura de la «policía voluntaria» fue establecida mediante una reforma constitucional aprobada el 30 de enero por la Asamblea Nacional, bajo el mando del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Según informes, en las últimas semanas, alrededor de 50 mil hombres y mujeres de diversas provincias de Nicaragua se han unido a este cuerpo auxiliar de las fuerzas de seguridad.
En el mismo evento, Ortega y Murillo renovaron el juramento del jefe de la policía, el comisionado Francisco Díaz, para que continúe en su puesto por otros seis años, cargo que asumió en 2018 en medio de protestas, las cuales fueron calificadas por el mandatario como un intento de golpe de Estado, respaldado por Estados Unidos.