Vladímir Putin advirtió que cualquier fuerza occidental en Ucrania será considerada un «objetivo legítimo» para el ejército ruso. También dijo estar dispuesto a reunirse con Volodímir Zelenski, pero solo en Moscú.
Putin enfatizó que no acepta la presencia de tropas extranjeras en Ucrania, ni durante el conflicto ni tras un eventual acuerdo de paz. Según él, la presencia de fuerzas externas representaría una amenaza directa a la seguridad rusa y no tendría sentido mantenerlas una vez finalizada la guerra. El líder ruso insistió en que cualquier despliegue fuera de control ruso se considerará un blanco militar.
Un grupo de 26 países, liderados por Francia y Reino Unido, prometió apoyo a Ucrania tras un alto el fuego, pero pocos han concretado el envío de tropas. España, Alemania y otros aliados mantienen posiciones reservadas, evaluando seguridad y condiciones del futuro acuerdo.
Putin insistió en que la cooperación militar entre Ucrania y Occidente agrava el conflicto y que un despliegue extranjero no garantiza la paz. Las negociaciones bilaterales dependen aún de un alto el fuego y de acuerdos que Ucrania y sus aliados deben aceptar.
