Estados Unidos detuvo a once ciudadanos iraníes como parte de un operativo federal liderado por el Departamento de Seguridad Nacional. Las autoridades los señalan como potenciales amenazas por su ingreso irregular al país y sus antecedentes vinculados a actividades extremistas. Las detenciones ocurrieron en varios estados, incluidos Minnesota, Alabama y Mississippi.
Entre los arrestados figura un exmiembro de la Guardia Revolucionaria Islámica, identificado como Mehran Makari Sahel, quien fue capturado en Minnesota por posesión ilegal de armas. Otro de los detenidos, Yousef Mehridehno, figuraba en una lista de vigilancia antiterrorista y fue acusado de fraude migratorio. También fue capturado Ribvar Karmi, exfrancotirador del ejército iraní, por presuntas irregularidades en su estatus migratorio.
Cinco de los once arrestados tienen antecedentes penales por delitos como robo, posesión de drogas o armas. Aunque las autoridades no han vinculado a los detenidos con un plan concreto, aseguran que las medidas responden a un esfuerzo por reforzar la seguridad nacional frente a posibles amenazas.
El Departamento de Seguridad Nacional aseguró que no existe una amenaza creíble e inmediata en el país, pero advirtió que continuará monitoreando perfiles de riesgo, especialmente tras el aumento de tensiones entre Washington y Teherán.